Si el ritmo de extracción de petróleo sigue igual o incluso aumenta durante los próximos años, las reservas de este recurso natural no renovable se habrán agotado antes de 2050, según afirman varios expertos. Algo que provocaría fuertes complicaciones para el desplazamiento de las personas, ya sea en sus propios vehículos así como también en los diversos transportes públicos que utilicen combustibles para movilizarse.
Esta permanente combustión en todo el planeta es la que también provoca una grave contaminación, la que en algunas ciudades como el Distrito Federal de México y Pekín transforman al aire en algo casi irrespirable.
Frente a este preocupante panorama es que las mayores automotrices del planeta comenzaron hace unos años a desarrollar modelos ecológicos de sus autos. Primero fue el turno de los coches híbridos, con los que Toyota debutó en 1997, y con algunas variantes en el medio ahora llegó el turno de los vehículos con motores totalmente eléctricos y hasta con techo recubierto de paneles solares.
Un vehículo híbrido es uno cuyo sistema de propulsión combina dos o más fuentes de energía, y el formato clásico es el del vehículo híbrido eléctrico, que combina un motor de combustión con un motor eléctrico. En un sistema híbrido eléctrico paralelo, tanto el motor de combustión como el motor eléctrico están conectados a las ruedas, y pueden impulsar el vehículo en conjunto.
El éxito de los automóviles híbridos ha sido tal que Toyota ya planifica la cuarta generación de su primer modelo, el Prius. La compañía japonesa, líder en vehículos de propulsión eléctrica y de gasolina, alcanzó en marzo la cifra de cinco millones de híbridos vendidos en todo el planeta desde la llegada de esta tecnología hace ya más de 15 años.
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